Julio Verne fue precursor de la ciencia ficción y de la moderna novela de aventuras. Fue un estudioso de la ciencia y la tecnología de su época, lo que (unido a su gran imaginación y a su capacidad de anticipación lógica) le permitió adelantarse a su tiempo, describiendo entre otras cosas los submarinos (el Nautilus del capitán Nemo, en su famosa obra "Veinte mil leguas de viaje submarino"), el helicóptero (un yate que en la punta de sus mástiles tiene hélices que lo sostienen, en "Robur el conquistador").
Sus personajes siempre fueron héroes, hombres buenos en la escala social. Frente al Verne conservador impuesto por su editor Hetzel y por su educación como hijo de un abogado católico, el Verne filorevolucionario se deja ver en una de sus obras menos difundidas, quizás por su simpatía por la caua revolucionaria, "Matías Sandorf" (1885), donde narra la experiencia de un rebelde ante la tiranía austrohúngara.
Además de sus novelas y sus obras de teatro, realizó veinte relatos cortos.
CLASIFICACIÓN DE SU OBRA
Las obras de Verne se dividen en tres partes:
· DESCUBRIMIENTO
La pluma de Verne presenta rasgos de innovación, con ideas frescas y héroes progresistas que sueñan con descubrir nuevos mundos y llegar a donde nadie ha llegado en beneficio de la humanidad, desde los polos en "Las aventuras del capitán Hatteras", el centro de la Tierra en "Viaje al centro de la Tierra" e incluso hasta la Luna en "De la Tierra a la Luna".
· MADUREZ
Verne comienza a escribir de una manera más seria, con héroes más humanos (Strogoff, Sinclair, Fogg), siendo capaz de escribir su mayor éxito literario en una novela llena de vida como "La vuelta al mundo en 80 días", pero también parece que algunas ideas se agotan retomando las anteriores ("El país de las pieles") e incluso llevándolo a escribir (quizás por presión de sus editores) obras no del todo propias como "Los quinientos millones de la Begún".
· DESENCANTO
Los problemas en la vida del autor (su nunca feliz matrimonio, la enfermedad de su sobrino y su mala relación con su hijo) llevan a un Verne cansado a escribir relatos fríos y sombríos, cambiando su idea de que el ser humano iba a progresar en base a la ciencia a una donde donde ve a los seres humanos consumidos por ella y por el capitalismo como en "El eterno Adán", criticando fuertemente el imperialismo ("La impresionante aventura de la misión Barsac") y llegando incluso a exponer fuertemente sus ideas políticas en "Los náufragos del Jonathan". Se dio tiempo también de reflejar su desencanto por las riquezas de nueva cuenta en "El volcán de oro". en este periodo tiene su inclusión más de lleno en la ciencia ficción con "El secreto de Wilhelm Storitz" y también tiene tiempo de escribir agradables continuaciones de sus historias "El secreto de Maston" y las de otros autores "La esfinge de los hielos", continuación de "Las aventuras de Arthur Gordon Pym" de Edgar Allan Poe.
Miguel Angel Rodrigo Mir dijo..
ResponderEliminarHay que ver como era este hombre! podia con todo, aguantando todos sus problemas aún así hacía todas sus obras,descubrimientos etc..y esto le ayudaba como inspiracion para sus libros...!Es alucinante¡
No sabia que te dedicaras a esto Elena. Buen trabajo.
Estoy seguro de que más de un científico acabó o loco o frustrado por que sus ideas no fueron aceptadas de su época
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